miércoles, 25 de septiembre de 2013

LAS BRISAS, HOTEL.

     Yo no sé que tiene Santander, pero es que es un filón para este blog. Si no tengo nada que poner en semanas porque parece ser que la hostelería se está poniendo las pilas... Es venir a Santander y tener que seleccionar cuidadosamente qué sitio me decepciona más.

     Este delicado hotel (porque cruje) es un edificio del siglo XIX situado en la zona de El Sardinero. La habitación que me ha tocado, es, por no decir otra cosa, de risa. Los pies se me salen de la cama (mido 185cm), según en qué parte tengo que mirar hacia arriba para no cabecear demasiado el techo. Ojo con el retrete, si te levantas lo más mínimo, cabezazo de nuevo. En apenas cuatro metros cuadrados son muchas las maneras de las que puede uno lesionarse aquí.
   
     Volvamos a la cama. La ropa, colcha, edredón, sábanas, etc, también son del siglo XIX, y esto sí que se nota, a parte de los mugrientos cojines que hay sobre ella. La pena es que apenas hay hacia donde retirarlos... Al suelo... ¡Uy, no! En el suelo está la maleta y no cabe en otro lado. Ya está, encima de la silla... ¡Vaya! Tampoco. Está el ordenador. Pues debajo de la cama de una patada... ¡Claro! Por eso tienen tanta mugre...  Y en cuanto al colchón, si alguien se quiere coger una baja por lumbago, que se eche un par de horitas. No se libra ni el Tato. Por cierto, hay un olor a cloaca permanentemente embadurnando la habitación. (301)

     Cuando llegué ya me habían cobrado con el número de tarjeta que dicen que es sólo para garantizar la reserva, no para cobrar por adelantado. Y no me extraña, es para marcharse corriendo nada más verlo. Y el agradable solarium que dicen en la web que tienen... No sé cuándo le dará el sol, pero no muchas horas al día. Y no es nada agradable...

     Estoy seguro de que en Santander hay cientos de sitios que merezcan la pena, pero últimamente me cuesta un huevo dar con ellos. Los hay y conozco unos cuantos, pero no salen aquí por lo que todos sabemos ya.

Para los escépticos, les invito a comprobarlo por ellos mismos, aunque no se lo recomiendo.


http://www.hotellasbrisas-santander.com/hotel-overview.html





   


viernes, 16 de agosto de 2013

LA CUADRA DE ANTÓN

      Este garito, al que deberían llamarlo La Cuadra a secas, ya que si Antón existió alguna vez y le puso su nombre a este restaurante, o era un inconsciente o le gustaba dar batalla para comer tanto como a un tontín una tiza...

      Fui allí porque reservamos debido a que un amigo quería ir (que por cierto, no fue, por lo que creo que pudo ser una broma pesada), pero yo ya me lo imaginaba. A las 22:00, para cuatro. Llegué veinte minutos tarde debido al tráfico del verano en la ciudad, en cambio, mis otros amigos fueron muy puntuales. Los camareros no paraban de presionarles para que me llamaran porque si no, no podían guardarnos la mesa ya que la demanda era enorme (no me lo explico, pero cierto). Así que llegué a los quince minutos y todos corriendo para la mesa. Nos sentamos, y el primer camarero que se acercó por allí tardó más de media hora en aparecer con las cartas... ¡¡¡Tócate los peremendengues!!! No sé por qué no nos fuimos mientras esperábamos, hubiésemos ahorrado dinero y salud.

   

     Para compartir:

     Pastel de cabracho: malo, saburucio a pesacaducio atrasado, con alioli para untar. Claro, si no como lo comes... Yo ni así.

     Croquetas: de jamón, reguleras, pasables, para no repetir.

     Una tortilla: lo mejor, manda güebos...

      Fritos de pixin (rape): con salsa de oricios... ¿Quién habrá sido el fiera que pensó la receta? Me imagino que es para camuflar los sabores con la salsa. Ni los probé, no me quedaban ganas de experimentar. Así que no pondré la cantidad de improperios que me dijeron mis compañeros ya que no sería una percepción personal que es la base de este blog.

      Mal atendidos, con la presión de la espera para nada más que tocar los cojones, y perdón... Y en cima nos tuvimos que levanta a pagar porque no nos hacían ni puñetero caso.

      No me valen las excusas de, habría mucha gente (mete más personal, pasta tendrás), tendrían un mal día (dedícate a otra cosa) o similares que se buscan para excusar lo inexcusable.

     Este maravilloso sitio, se encuentra en la calle San Bernardo de Gijón, cerca del Ayuntamiento, por si les gusta el riesgo y prefieren comprobar que no miento...

      Salud y buenos alimentos.

viernes, 21 de junio de 2013

EL MOLINO DE PUENTE ARCE

      Hace un par de semana estuve en este restaurante de la localidad de Puente Arce. Tiene fama. Que debe ser lo único que tiene, porque yo, con lo que me quedo, es con el bofetón del molinero a la hora de cobrarse.

     Nos trajeron una entrada por cuenta de la casa que bueno, se comía bien, aunque a pesar de advertirnos que era una crema de cocido lebaniego, podría haber sido cualquier cosa. Después unas rabas fritas con tinta, en una copa de cóctel, con muy buena presencia que fue lo mejor del día, pero me aventuro a decir que es lo mejor que habrán cocinado en esos fogones desde que tuvieron la idea de montar un restaurante en esa casa. En fin... Viendo el plato de pescado recomendado por la casa (San Martín) presentado en dos minilomos insípidos, y unas carrilleras envenenadas con jengibre, ya se me agotan las ganas de verle algo bueno para volver a pasar por delante del restaurante a menos de 100km/h. Por supuesto, de postre ni hablamos. Se nos quitaron las ganas de todo.

     No soy cocinero, y supongo que es muy difícil hacer buenos platos con buenos sabores. Pero estoy seguro que el resultado que en este garito obtienen al convertirlo todo en algo nada apetecible es igual de difícil o más.

     Lo único que puedo decir es que el personal es bastante amable y de aspecto impecable, bastante poco común por la zona, o la provincia. Y el local original, agradable y casi acogedor. Ahora bien, por mi pueden llamar a los tanques para que lo derriben de un obusazo y le pasen las orugas por encima.

Ah, la cuenta, más de 150€ sin postre y sin vino para tres






El Nuevo Molino

Barrio Monseñor, 18
39478 Puente Arce,
942 575 055