martes, 31 de julio de 2012

MONASTERIO VINCCI PUERTO CHICO

     Estamos en verano, entiendo que las habitaciones no cuestan lo mismo en verano que en invierno. Y 100€ tampoco me parece una locura para pagar en Santander, el 31 de julio, en Puertochico. Pero... Cuando entro por la recepción la señorita del turno de tarde me ofrece con mucha amabilidad una habitación con vistas a la bahía, sólo por 15€ más. No pico, conozco el hotel de veces anteriores, y en verano, pueden alcanzar los 50ºC sin esfuerzo, ya que les da el sól todo el día... Así que le pido la llave de mi habitación y subo. 806. Ahora entiendo la amabilidad de la recepcionista. Como quién tiene un grano en la cara y echa abundante maquillaje para esconderlo, la intención de esta chica era ocultar el grano del hotel. Deberían haberme dado una llave de hierro de grandes dimensiones ya que no era una habitación lo que me habían dado, si no una celda de meditación de tres metros cuadrados, con un catre para dormir en posición fetal, ya que estirado me saldrían los pies por fuera y sería demasiado lujo para un penitente.


     La penitencia no sólo es aplicable al descanso, si no que si lo que te apetece es comer algo en la habitación, sólo se permite quitar el hambre, nada de disfrutar con algún bocado que nos haga caer en el pecado capital de la gula. El sandwich al que inexplicáblemente le ponen el nombre del hotel, cumple a rajatabla los requisitos del penitente. El que ideó la receta tenía muy claro que era para curar pecados y no para deleitar paladares. O eso, o lo creó algún accidentado de tráfico o alguien con un garrotazo en la cabeza, sin duda después de haber perdido los sentidos del gusto y del olfato. Tiene dos pisos, uno con media lata de bonito con salsa de tomate (y punto) y el otro con queso de sandwich. Se me ocurre otra posibilidad del creativo cocinero, y es que no se haya dignado a probar dicha creación. O la que más sensata me parece, y es que no les ha dado la gana de prepararlo como ponía en la carta, ya que culaquier parecido entre lo que me pasaron a la celda y lo que había leído era pura coincidencia. Le saca una arcada hasta al que ha perdido los mencionados sentidos. Seis euros con cincuenta de un seguro proyectil para el cubo de la basura.

     En fin... El desayuno, por 15€, digno de cualquier internado escolar. La tortilla de patata está hecha por el mismo tipo que se inventó el sandwich. No digo más.